El COVID-19 y el sector industrial: Análisis de la incidencia en el Polígono de Sabón

Imagen estudio Covid

La Asociación de Empresarios del Polígono de Sabón, con la colaboración del Concello de Arteixo, ha elaborado un estudio para conocer la incidencia real de la pandemia derivada del COVID 19 en las empresas del Polígono.

Este estudio pretende obtener una perspectiva de cómo estaban de preparadas las empresas y cómo dieron respuesta a las situaciones que se generaron y su adaptación a una realidad nunca vista, plasmando la repercusión de la crisis global en el conjunto de empresas del Polígono de Sabón, estando representados todos los sectores y todos los tamaños de empresa.

El resultado refleja, por un lado, la solidez, resiliencia y capacidad de las empresas del Polígono, que han sabido dar respuesta a la crisis sobrevenida y, por otro, los esfuerzos que han tenido que realizar y las inversiones que se han visto obligadas a acometer en un contexto de claro descenso de su producción y de sus ventas.  Todo ello manejando de la mejor forma posible la situación de incertidumbre en la que se está desarrollando su actividad empresarial y con el objetivo de mantener el empleo.

La situación de partida es la ausencia de protocolos ante situaciones de pandemia, por lo que las empresas tuvieron que hacer un esfuerzo adaptativo y presupuestario.  Las empresas de mayor dimensión estaban más preparadas para hacer frente a situaciones de este tipo.

En materia de PRL, las empresas pasaron de no tener protocolos definidos para situaciones de pandemia a definir medias específicas en un 95% de los casos.  Las medidas de PRL sufrieron cambios importantes y casi la mitad de las empresas tuvo que acometer algún tipo de inversión. A ello hay que añadir la dificultad para adquirir EPIs específicos durante el estado de alarma.

En materia de Recursos Humanos, las principales medidas aplicadas fueron el teletrabajo (un 76,2% de las empresas, afectando al 23.3% de su personal), turnos de trabajo (65% de las empresas), medidas de control ante posibles contagios (72% de las empresas), medidas de conciliación (66%) y formación (60% de las empresas, afectando al 91,6% de sus plantillas).  Sólo un 15% de las empresas recurrió a ajustes de plantilla.

Las empresas se han visto obligadas a anular determinados espacios comunes, a realizar pruebas diagnósticas, a adquirir termómetros y medidas protectoras, a intensificar las limpiezas, etc.  Todo ello con una inversión asociada de varias decenas de miles de euros.

Algunas empresas se han visto obligadas a recurrir a medidas de regulación de empleo.  La medida más destacada en la actividad empresarial del Estado fueron los ERTEs.  Sin embargo, en las empresas del Polígono de Sabón no fue una medida de uso generalizado.  Sólo un 28,6% de las empresas declaran haber puesto en marcha estos expedientes durante el estado de alarma, sumando los ERTE de fuerza mayor y los ETOP.

El tipo de ERTE más utilizado fue el de fuerza mayor, un 75% del total de ERTEs durante el estado de alarma y un 66/% tras la vuelta a la nueva normalidad.

Los ERTE por fuerza mayor aplicados afectaron a una media del 59,4% del personal de las empresas que los implantaron durante el estado de alarma y a un 20,5% tras la vuelta a la nueva normalidad.

La solidez de las empresas del Polígono se constata a la hora de analizar el volumen de empresas que a la hora de elaborar la encuesta declararon tener un ERTE en vigor: solo un 4,8% de las empresas, con un 17% de media de afectación del personal.

En cuanto a la incidencia del COVID en la producción, un 69% de las empresas declaró tener un descenso en la actividad productiva durante el estado de alarma y un 57,1% continuaba con ese descenso tras la vuelta a la nueva normalidad.

Por el contrario, un 10% de las empresas declararon tener un aumento en su producción, por lo que se observa que surgieron también algunas oportunidades.

En cuanto a la incidencia en el mercado, un 64,3% de las empresas declararon haber tenido una minoración mayor del 10% en sus ventas durante la vigencia del estado de alarma, situación que se ha mantenido en la nueva normalidad y que es común a todos los mercados: autonómico, nacional, europeo e internacional, lo cual es claramente indicativo del carácter global de la pandemia.  Sin embargo, un 92,9% de las empresas no se propone abrir nuevos mercados.

Se observa un cambio importante en la actividad habitual de las empresas, ya que un 88,1% ha reducido las visitas tanto de proveedores como a clientes y un 69% implantó sistemas de videoconferencia para mantener esos contactos, teniendo mayor peso esta medida en las empresas de mayor dimensión.

Destaca el escaso porcentaje de empresas que solicitaron subvenciones para abordar actuaciones sobrevenidas con motivo del COVID 19: solo un 11.9% de las empresas solicitaron algún tipo de ayuda, mayoritariamente al Gobierno de España.

Las empresas tendrán que rediseñar sus objetivos estratégicos para hacer frente a los cambios derivados de la pandemia. De entre las políticas a rediseñar están las de personal o recursos humanos (un 47% de las empresas así lo declaran), seguidas de las políticas de TICs (42,9% de las empresas) y de las políticas de producción (un 40,5%), aunque todas las áreas de la organización empresarial se van a ver alteradas o modificadas para poder hacer frente a los retos futuros.

Para finalizar, un dato: un 83,4% de las empresas declaran que son pesimistas o muy pesimistas la evolución prevista del mercado en los dos próximos años.